*El aire se mezclaba con el panorama de todo parís, mientras veía mi sello de comando de una forma seria e imprecisa*
¿Estaré haciendo lo correcto?
*Musite para mí mismo, mientras el bello atardecer de aquella ciudad francesa era magnifico*
Tenemos que irnos, Cada día que pasa estamos más cerca de nuestro objetivo
*Afirmo Cecil, La bella arquera que tenía como acompañante*
¿No crees que tendremos más opción si esperamos a que “Él” Venga?, Después de todo, nadie puede conmigo... Cada vez son menos los ejecutores que manda el Octavo sacramento... Cada día pierden más el interés en mí, Que es fácil mantener una vida
cotidiana...
*Exclame de forma parlanchina y egocéntrica*
No creo que sea lo correcto, Eremes fue muy estricto al decirme que te cuidara, Así que no pondré en riesgo mi reputación con
el solo porque crees que puedes con todo el mundo, Sin nosotros solo serias un pequeño niño lloro….
*Un leve silencio acompaño esa última frase, callando la boca de Cecil con una bofetada*
¡Jamás! Vuelvas a recordarme ese momento, Estoy muy agradecido con ustedes, sobre el que me hayan rescatado, me cuidaran y me enseñaran todo lo que sé, pero… Para todo hay límites Cecil, No lo olvides…
*Cecil asintió con la cabeza y en voz baja pronuncio*
Discúlpeme, Master…
*Fueron sus últimas palabras, el único silencio que acompaño a la tarde, de pronto una leve presencia se encargó de arruinar el bello paisaje*
Esta aquí, Rápido regresa a tu forma espiritual, Este es mi enemigo
*Una siniestra figura se alzó detrás mío, Que solo se podía observar sus ojos en medio de la oscuridad y por los rayos de la luna, Era un ejecutor... No como los anteriores, se percibía maldad en él y ganas de asesinar...*
Van Croxx, Te eh perseguido por más de dos días, por diferentes partes del mundo y ahora estas aquí, Solo eh indefenso, sin tu sirviente que pueda ayudarte…
*Esas palabras helaron mi cuerpo, Como sabían que tenía tal vinculo, Cada día son más inteligentes y más cautelosos... Debo de tener cuidado*
Así que ya lo saben, No sé cómo lo supieron o como llegaron a esa conclusión, pero creo que será la última que veras en tu vida.
*Materialicé mi espada y me dispuse a atacar, Al mismo tiempo lanzo dos dagas en mi hombro, Las cuales inmovilizaron mi brazo, aun así, pude defenderme de sus ataques, no eran tan agresivos como los demás, pero trato de afectar mi brazo…*
Eso es todo lo que tienes – Daggghh –
*Musité para mi mientras retiraba las placas de metal que penetraron parte de mi brazo y rompieron parte de mi tórax, Gracias al poder recuperativo del avalon pude sanar rápidamente. Así tal cual arremetió de manera pesada contra mí, dándome ventaja y poder aplicarle el veneno de mi espada, Atravesé su brazo, dejándole una pequeña herida, suficiente para que el factor del basilisco hiciera efecto, Después de unos momentos me separe de él*
¿Qué es lo que pasa?, ¿Es todo lo que tienes mocoso impertinente?
*Grito de manera exuberante y egocéntrica*
No tiene caso pelear con alguien que ya esté muerto
*Desmaterialice mi espada y me teletransporte a la parte baja de la torre donde estaba, mientras Cecil me veía de una manera asombrada y preocupante*
¿Crees que la maldición que compartes con Eremes es para enorgullecerte y presumirla?, Deberías de tener conciencia y no dejar rastro de ella pues es la única que te ha salvado la vida en muchas ocasiones, los daños son irreversibles para humanos que no poseen tú mismo atributo
*Desvié mi mirada hacia abajo, sabía que tenía razón, pero ¿Cómo hacerlo? *
Cecil... Te prometo que seré mas cauteloso, Ahora lo importante es ir hacia Londres, Necesito un poco de información, Esto de él santo grial, me ha estado interesando, solo un poco...
*Sabía que era algo de lo cual no preocuparme, tenía a los mejores mentores que existían en este plano dimensional. Solo era asunto de cazar uno por uno a cada poseedor de comando y listo, Pensar que sería fácil fue mi primer error*