A la mañana siguiente...

--Creo que... si llegas a perder algo no puedes volver a recuperarlo nunca. Una vez perdido, se fue para siempre... Y aunque trates de restaurarlo, o suplantarlo con algo, será el mismo resultado...

Solté con voz tranquila, pero al mismo tiempo fria.

--Llegué hace relativamente poco, pero supongo que es asi de tranquilo... A menos claro que traten de matarme, y no lo digo por ti, presiento que alguien quiere mi cabeza en una charola...

Alejé la comida del fuego y serví un par de platos, dejé uno en el lugar de Belmont y el otro lo llevé a la habitación, antes de volver a salir cerrando la puerta.

--Miroku dejo de dormir y parece que volvio a hibernar... ¿Sucede algo?

Pregunté al notarle alerta.

--¿Nigromante? Oh cielos... no.. Por lo que entiendo del nombre es una entidad que controla seres muertos, o utiliza magia de muerte... ¿No?

Pensé durante unos segundos con el entrecejo fruncido. Tal vez las peliculas tuviesen algo de efecto en la vida real.

--¿El fuego los debilita, los acaba, los neutraliza, o al menos les hace algo?

No había mucho tiempo. Sabia que estabamos siendo atacados, ¿Por quien?

--Oro o plata...

Musité, me acerqué a la ventana y pude verlo, al instante recordé.

--¿Que tanto necesitas de oro o plata?

Corrí rapidamente a la habítacion, saqué con cuidado la locion de lestrade dejandola en la mesita de noche mientras buscaba mi alhajero. No era mucho, pero si servia estaba bien.

Un regalo de lestrade, una gargantilla de oro con incrustaciones de zirconios.

--Padre... lamento esto, de verdad, pero quiero vivir para saber que sucedió...

Susurré volviendo con Belmont, extendiendole Una pulsera de plata, un anillo de oro que tenia la noche del incendio y la gargantilla de oro.

--Si es magia tetra... quizás pueda combatirla... Creo poder hacer algo..

--¿De que... de que demonios estaba hablando?

Tomé mis dagas cubriendolas de un suave fuego.

--¿Que demonios quieren de nosotros...?

Nuevamente sentía que todo me sobrepasaba, miré a Belmont sin comprender nada. Estaba aterrada de alguna forma.

Simplemente desapareció.

--Demonios...

Suspiré pesadamente bajando mis dagas, me senté pesadamente en una de las sillas y hundi mi rostro entre mis manos. ¿Que diablos era todo esto? ¿Magos, magia, nigromantes?

Si llegaba algun unicornio a cagar arcoiris simplemente lo destrozaria.

--¿Que rayos sucede... Padre?

Miré la cargantilla entre mis manos mientras contemplaba los pequeños zirconios.

Belmont se había ido, Miroku estaba inconsciente y yo... yo solo esperaba no quedarme sola en una habitacion con un arma, o me volaría los sesos.

Me sobresalté al escuchar la voz de Miroku, desvie mi mirada hacia el y lo vi ahi, suspiré suavemente mientras analizaba lo que dijo. ¿Tan mal se veía mi expresión?

--Lamento solo tener esta cara, Mir~

Reí bajito poniendome de pie, ¿Que hora era?

--Yo diria que mas bien sucedió el cuarto impacto sin llegar a pasar por el tercero, ya sabes, se salto uno... Te calentaré algo de comida, ¿Mh?

Guardé las joyas en el bolsillo de mi ligera sudadera y me volví hacia la cocina, al menos Miroku se veía de buen humor.

--Pues... solo apareció algo aun mas extraño... cosas que sigo sin comprender... Belmont estuvo aqui...

Solté al aire sin darle mucha importancia mientras cocinaba; recordaba haber leido sobre cocina oriental... solo esperaba que supiera bien, ya que cocinar no era del todo mi afición.

--Sientate, en un momento estará listo todo.

--No te preocupes... no es necesario..

Musité mientras servia los platos para llevarlos a la mesa.

--Solo come y listo... ¿Mh~? Despues me ayudas a... resolver las preguntas y todo eso.

Esbocé una pequeña sonrisa mientras pasaba a su lado, para despues volver al refrigerador y sacar una caja de jugo y tomar un par de vasos.

--Ven a comer~

Asentí levemente mientras servia un poco de jugo para el.

--Lo dije, Belmont estuvo aqui... y me debe una mesa~

Puntualicé con gracia mientras me llevaba un bocado a la boca, ahora que lo pensaba apenas estaba desayunando.

--Y no solo eso, sino que hizo que una chica, una rubia alta te curara, y tambien arreglo mi hombro...

--Despues de eso todo se transformo en una pelicula y apareció un nigromante, ya sabes, como en las peliculas de HP o algo similar... y dijo cosas extrañas, despues de eso Belmont se fue... al menos me dijo como hacerle daño a un nigromante~

Continué comiendo despacio y bebiendo jugo, estaba tratando de reubicar los hechos de la forma en la que habían sucedido y tratar de hallar algun detalle que me hubiese pasado desapercibido.

--Gracias~

Musité

--Creo que lo hizo porque se dio cuenta de que no teniamos nada que ver con el y con su "mision" o algo por el estilo.

Continué comiendo despacio, sonreí levemente al ver lo rapido que Miroku comia.

--¿Gustas mas?

Pregunté animadamente.

--Por lo que pude percibir de el... no está arrepentido... pero, busca hacer lo correcto, tal vez...

Asentí levemente yendo a la cocina por la sartén, para servirle mas comida.

--Pues... No tengo ni idea.. solo.. no sé... esto es demasiado raro...

Suspiré mientras terminaba de servirle, antes devolver a la cocina.

--¡Ahh!

Solté la cuchara de madera a medio camino y por poco el mismo sartén al sentir un creciente ardor en el dorso de mi mano derecha, era como estar siendo quemada.

--¿Que demo... nios?

--Es... arde.. ¿que es esto?

Jadee levemente al ver con mas claridad mi mabo derecha, había alli un extraño simbolo, justo en el mismo lugar donde estaba el de Belmont.

Spoiler:

--No...

Mi voz comenzó a temblar, quizas yo tambien estaba temblando, me sentia aterrada.

--¿Miroku?

Lo miré aterrada, mis ojos comenzaron a arder al no poder derramar las lagrimas que contenian por el dolor y el horror que contemplaban. Había sido "Marcada"

La respuesta que me dio Miroku hizo que figurativamente un enorme agujero negro succionara todo a mi alrededor. Me senti mareada un momento antes de ir rapidamente al fregadero donde comencé a lavar mis manos.

--No... esto no... debe ser una broma... una maldita y jodida broma.

Sin darme cuenta ya estaba sollozando mientras trataba de borrar con el agua el sello, pero nada, solo logré que mi piel se enrojeciera y doliera un poco mas.

--Esto no puede estar pasando... esto no...

Me apoye de la alacena bajo el fregadero y me dejé caer sentada al suelo abrazando mis rodillas.

¿Comohabía terminado siendo involucrada en todo esto.

--¿Voy a morir, verdad? Seré casada y asesinada como un animal...

Estaba completamente confundida ¿Que era este lugar tan calmado, tan sereno, se sentía real... ¿Lo era?

Traté de calmarme al escuchar las palabras de Miroku, pero no lo entendia... ¿Porque estaba haciendo todo esto? ¿Por mi? ¿Por que?

--¿Porque me ayudas tanto... Miroku?

Le pregunté en voz baja mientras observaba el orbe flotar hacia mi como una burbuja.

--¿Como sabes que no voy a morir?