Entré rápidamente y cerré lapuerta apoyando mi espalda contra la misma, deslizandome lentamente hasta quedar sentada en el suelo.
--Demasiadas cosas en que pensar...
Era obvio que estaba aqui por la magia pero... ¿A donde me llevava todo esto? Me devane los sesos sin hallár una respuesta. Me levanté al borde de la desesperación, un buen baño y varias horas de sueño quizas me acalararian la mente.
Lentamente me despoje de mi abrigo, mi mascada, arroje los zapatos lejos, imaginando lo enojado que se pondria Lestrade si me viera.
--¿Me ves realmente, o el cielosolo es una invención de las personas ociosas e inmaduras?
Pregunté a la nada mientras me deshacia de mis leggins y buscaba mi maleta para sacar cuando menos mi pijama, ya mañana desempacaría e iría de compras, pese a sentirme morir de hambre decidí anteponer mi cansancio y mi necesidad por un baño. Estaba a medio camino hacia la bañera cuando el timbre de mi celular me hizo detenerme en seco. Tomé el aparato y sin prestar mucha atención al numero respondí la llamada: grave error.
--¿Estas comoda en tu nueva casa?
Una voz que ubicaba inconscientemente hizo que se mehelara la sangre y mi corazon comenzara a latir con pesadez. Solo un entrecortado jadeo escapo de mis labios.
--Veo que el ratón te comió la lengua, pero realmente me alegro, el que estés en japón quiere decir que ahora controlas tu magia. Te veré pronto, Sheryl... Espero que puedas darme mas pelea que tus padres.
Cortó la llamada, necesité un par de segundos, o quizas minutos para analizar lo que acababa de suceder, mas a mi percepcion fue demasiado borroso.
--Mis padres...
Realmente no los recordaba, era como ver figuras borrosas, todo aquello previo a Lestrade me era desconocido. Nuevamente sentí un mareo y mi cabeza comenzo a palpítar, respiré hondamente mientras me dirigia al baño y me hundía en la tina cubriendome la cabeza con las manos. ¿Que diablos sucedia conmigo?
No lo sé.
--Demasiadas cosas en que pensar...
Era obvio que estaba aqui por la magia pero... ¿A donde me llevava todo esto? Me devane los sesos sin hallár una respuesta. Me levanté al borde de la desesperación, un buen baño y varias horas de sueño quizas me acalararian la mente.
Lentamente me despoje de mi abrigo, mi mascada, arroje los zapatos lejos, imaginando lo enojado que se pondria Lestrade si me viera.
--¿Me ves realmente, o el cielosolo es una invención de las personas ociosas e inmaduras?
Pregunté a la nada mientras me deshacia de mis leggins y buscaba mi maleta para sacar cuando menos mi pijama, ya mañana desempacaría e iría de compras, pese a sentirme morir de hambre decidí anteponer mi cansancio y mi necesidad por un baño. Estaba a medio camino hacia la bañera cuando el timbre de mi celular me hizo detenerme en seco. Tomé el aparato y sin prestar mucha atención al numero respondí la llamada: grave error.
--¿Estas comoda en tu nueva casa?
Una voz que ubicaba inconscientemente hizo que se mehelara la sangre y mi corazon comenzara a latir con pesadez. Solo un entrecortado jadeo escapo de mis labios.
--Veo que el ratón te comió la lengua, pero realmente me alegro, el que estés en japón quiere decir que ahora controlas tu magia. Te veré pronto, Sheryl... Espero que puedas darme mas pelea que tus padres.
Cortó la llamada, necesité un par de segundos, o quizas minutos para analizar lo que acababa de suceder, mas a mi percepcion fue demasiado borroso.
--Mis padres...
Realmente no los recordaba, era como ver figuras borrosas, todo aquello previo a Lestrade me era desconocido. Nuevamente sentí un mareo y mi cabeza comenzo a palpítar, respiré hondamente mientras me dirigia al baño y me hundía en la tina cubriendome la cabeza con las manos. ¿Que diablos sucedia conmigo?
No lo sé.